Hace algún tiempo comentamos en este blog cual era la actitud de Renfe/Adif cuando un grupo de personas intentaban obtener información sobre horarios y tarifas de trenes que mucha gente usaba a diario. No era suficiente con ocultar información muy importante para usuarios que dependen del tren para ir a trabajar a diario, si no que cuando estos se movilizan de forma pacífica reclamando información estos son reprimidos de unha forma completamente inadmisible.
Nos comunica una compañera usuaria la sentencia a la citada denuncia interpuesta contra un vigilante de seguridad que solicitó su identificación y la retuvo hasta que llegó la policía para identificarla, por recoger firmas contra los cambios en la línea Santiago-A Coruña, con la entrada de los servicios AVANT. El juzgado de Santiago en vista oral por el delito de faltas en relación a la denuncia de la usuaria contra el vigilante de seguridad, declara es este último culpable de una falta por vejaciones (art. 620 del Código penal)". En el juicio de demuestra que la identificación de produjo en palabras del juez "a prevención o para marcar territorio", o en nuestras palabras para intimidar a la usuaria.
¿Desde cuando los clientes de una empresa son sus enemigos? Esta gente se habrá parado a pensar de donde viene el dinero para pagar sus sueldos...
Personalmente creo que Renfe/Adif deberían realizar una profunda reflexión respecto a como se relacionan con sus clientes en todos los ámbitos. ¿Qué sentido tiene que se me niegue la venta de un billete, con el vestíbulo completamente vacío, porque todavía no son las 9:00? ¿Qué sentido tiene que en un tren de cercanías (aunque le llamen MD, la realidad es la que es) con cámaras de seguridad en todos los vagones viaje un guarda de seguridad armado con con una pistola? ¿Qué sentido tiene tener a cuatro personas en el control de acceso de un tren cuando en ventanilla no son capaces de despachar billetes a filas interminables de personas que se quedan sin subir al tren? y así un largo etcétera.
Personalmente creo que si en vez de retener a sus pasageros de forma ilegal se les escuchase más a menudo, mejor le irían las cosas a Renfe/Adif. Porque estas compañías tienen como objetivo llenar los trenes ¿no?.
Nos comunica una compañera usuaria la sentencia a la citada denuncia interpuesta contra un vigilante de seguridad que solicitó su identificación y la retuvo hasta que llegó la policía para identificarla, por recoger firmas contra los cambios en la línea Santiago-A Coruña, con la entrada de los servicios AVANT. El juzgado de Santiago en vista oral por el delito de faltas en relación a la denuncia de la usuaria contra el vigilante de seguridad, declara es este último culpable de una falta por vejaciones (art. 620 del Código penal)". En el juicio de demuestra que la identificación de produjo en palabras del juez "a prevención o para marcar territorio", o en nuestras palabras para intimidar a la usuaria.
¿Desde cuando los clientes de una empresa son sus enemigos? Esta gente se habrá parado a pensar de donde viene el dinero para pagar sus sueldos...
Personalmente creo que Renfe/Adif deberían realizar una profunda reflexión respecto a como se relacionan con sus clientes en todos los ámbitos. ¿Qué sentido tiene que se me niegue la venta de un billete, con el vestíbulo completamente vacío, porque todavía no son las 9:00? ¿Qué sentido tiene que en un tren de cercanías (aunque le llamen MD, la realidad es la que es) con cámaras de seguridad en todos los vagones viaje un guarda de seguridad armado con con una pistola? ¿Qué sentido tiene tener a cuatro personas en el control de acceso de un tren cuando en ventanilla no son capaces de despachar billetes a filas interminables de personas que se quedan sin subir al tren? y así un largo etcétera.
Personalmente creo que si en vez de retener a sus pasageros de forma ilegal se les escuchase más a menudo, mejor le irían las cosas a Renfe/Adif. Porque estas compañías tienen como objetivo llenar los trenes ¿no?.
1 comentarios:
Este pasado lunes un pasajero habitual quiso validar su bono para viajar en un tren que salía tarde desde Santiago a Coruña. Como ya se había superado la hora de salida del tren tuvo que ir a ventanilla, en donde le negaron la venta porque no había llegado con menos de cinco minutos de antelación. Él le explicó que si no se lo vendían tendría que viajar sin billete, a lo que el empleado respondió con desprecio: "Haz lo que quieras"
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